lunes, octubre 01, 2007

Buscando tesoros

Hace ya tiempo que sabía del pasatiempo llamado geocaching. Hay una página de web que lista coordenadas geográficas. Si vas a tal coordenada y buscas con cuidado encontrarás una caja escondida con pequeños tesoros. Las reglas del juego dicen que puedes coger lo que quieras, pero tienes que dejar algo de parecido valor. Un compañero de trabajo es un entusiasta de tal pasatiempo, y al final decidí probar suerte. En principio tienes que usar un receptor GPS para saber las coordenadas exactas donde estás. Pero probé sin GPS. Usando Google Earth miré en la coordenada exacta de uno de los tesoros, que por casualidad estaba en el mismo campus de mi universidad. Google Earth es tan detallado que la foto satélite del lugar era todo lo que necesitaba, mejor que un mapa porque la foto saca árboles individuales, rocas, etc.

El sábado di un paseo por el campus, con la foto de GoogleEarth en mi mano. Y allí estaba, escondida debajo de un árbol caído, exactamente en el lugar que GoogleEarth indicaba. Dentro encontré una libretita donde escribir tus comentarios y pegueños objetos. Un tesoro en miniatura sin cosas de valor. Pero una cosa es el valor de los objetos, y otra el saber que la caja la encontré simplemente porque alguien dejó las coordenadas en el internet. ¿Y sabes qué? Hay cientos de miles de tesoros distribuidos por todo el mundo. Lo más seguro que hay alguno a unos pocos kilómetros de donde estés.

El geocaching es una razón más para viajar. Los tesoros suelen estar escondidos cerca de lugares especiales, atracciones locales escogidas por gente del lugar. Con la excusa de buscar el tesoro puedes visitar lugares que nunca se te ocurriría visitar, incluso en países lejanos.

Y otra cosa más, parte de la emoción es que tienes que encontrar el tesoro sin que nadie se de cuenta de lo que estás haciendo. Si ves a un muggle hay que disimular. Sabes lo que es un muggle, ¿no? Si no lo sabes, lee Harry Potter, versión original (que no sé cómo han traducido esta palabra en el español), y sabrás que los muggles son las personas normales, los que no se deben de enterar que hay magos y brujas en el mundo Harry Potter. Los mismos muggles tampoco se deben de enterar que al lado de ellos hay un tesoro escondido y gente buscándolo en sus mismas narices. Esta sensación de hacer algo a escondidas, tal vez sea lo que le de más adicción al juego.

La primera cajita la encontré el sábado pasado. Desde entonces me he comprado un receptor GPS (de los que se usan en los coches para ayudarte en la conducción), y hoy mismo, lunes fiesta del trabajador, he currado de lo lindo y he encontrado tres tesoros.

¿Y el fin de semana que viene? ¿Dónde buscaré más tesoros? A ver, echaré un vistazo a geocaching.com...