domingo, marzo 08, 2009

Gandia



La última parada en mi viaje a España estas Navidades, después de Singapur y Barcelona, y el propósito mismo del viaje, es Gandía, mi ciudad natal. En Gandía y alrededores tengo a casi toda mi familia, y hace ya demasiado tiempo que no les visito. Y los viajes de años pasados siempre han sido demasiado cortos. Esta vez estoy más de dos semanas, a ver qué se puede hacer. Aquí no hablaré mucho de mi familia, que eso es privado... sólo mencionar que hay que ver cómo han crecido los sobrinos, y lo que crecerán. Espero que se acuerden de mí para la próxima vez que vaya, que igual pasarán algunos años hasta que vuelva. Que no es tan fácil viajar de las antípodas. Australia tiene sus ventajas, pero el problema principal (y en cierto modo la ventaja) es estar tan lejos de Europa. Bueno, más bien lejos de casi todo.

Gandía ha cambiado mucho desde que vivía allí, pero los cambios son más bien lo mismo que en otros lugares. La red de carreteras ha mejorado, hay muchos edificios nuevos, hasta el punto que ya se puede caminar de Gandía a la playa (unos 4 kilómetros) sin salir de la zona edificada, y han aparecido centros comerciales en las afueras donde van todos de compras en coche. Empieza a parecerse a Sidney pero en pequeñito, o más bien, creo yo, Sidney, Gandía, y tantos otros lugares del mundo han ido convergiendo.

Algo que sí que es bien distinto es la humedad, que crea días tan bochornosos en verano (menos mal que está la playa), y días de invierno donde el frío te llega hasta adentro y no te lo puedes
quitar. Este año me llevé más ropa de abrigo, pero como me temía, no me sirvió de nada. El mejor método de combatir el frío es acostumbrándose a él. Al final, con un chubasquero para que pare un poco la humedad y un jersey de lana que no se enfría con la humedad, iba tan contento.

Esta vez he ido sin coche, con lo que casi todos los lugares que visité fueron a pie. Aproveché para tomar varios caminos entre Gandía y su playa, y así poner la ciudad en el mapa de OpenStreetMap, que hasta ahora solamente era un círculo y un nombre. Si ves el mapa ahora verás un montón de calles. Son las calles que he recorrido este viaje, y unas cuantas más de las que me acuerdo, que he trazado siguiendo la imagen satélite. Vamos, que me he pasado casi todo el tiempo recorriendo calles y luego poniéndolas en el mapa. Eso me ha dado ocasión de recordar lugares que significaron algo en mis años mozos y descubrir nuevos lugares.

Otra cosa que es bien distinta de Sidney es el sentido de la historia. El castillo de Bairén, el palacio ducal, las calles estrechas del centro urbano, son testimonio de algo que pasó hace ya tantos siglos, mucho antes que el pie europeo, y con él la historia, llegaran a las costas australianas. No puedo decir que sea bueno vivir en un lugar con mucha historia, pero realmente es tan excitante el poder investigar quién fue el que vivía en tal sitio, o qué defendía tal castillo y cómo fue destruido. En cualquier lugar de España, y en Gandía por supuesto también, siempre puedes encontrar un historiador local que te pueda explicar tantas cosas que sucedieron en siglos pasados y que, aunque no nos demos cuenta, nos siguen afectando en la vida cotidiana. En Australia uno solamente puede encontrar vagas historias y leyendas pasadas de boca en boca. Leyendas que no pueden ser ciertas, pero que encierran algo de verdad y de sabiduría. El problema es que no es tan fácil encontrar qué es lo realmente cierto de las leyendas australianas, y algunas como las que descubrí en mi viaje reciente al centro de Australia son bonitas y misteriosas, pero ciertamente no ciertas.

Al final llega el momento de partir, de vuelta a Australia. He intentado recargar el alma con el afecto de familiares, y espero que se mantenga con vida hasta la próxima visita. Al final no pude verlos todo el tiempo que quisiera, pero es que todo el tiempo del mundo siempre es poco. Seguiremos en contacto por internet, a través de este blog, o por cartas. El teléfono está descartado, que la diferencia horaria es tan grande que es muy difícil que coincidamos... Vuelvo a Australia con las risas de los sobrinos en mis oídos, con las palabras de afecto de los familiares. Y es cuando me doy cuenta del vacío que hay en Sidney. No es realmente la historia, ni la falta de actividades culturales. Es, simplemente, la falta de familiares y amigos.

9 comentarios:

Esther Hhhh dijo...

Bueno, Diego, hoy en día la tecnología nos acerca mucho más de lo que parece... Hasta podemos hacer una videoconferencia cuando quieras, a través de skipe o msn o lo que sea... ¡¡Y eso es gratis!! jeje. (Bueno, gratis, gratis, no, que la linea ADSL hay que pagarla).

Me alegró verte, como a todos, me imagino. Nuestra especial comida navideña, rememorando otros tiempos, fue algo especial. Me gustó encontrarnos todos allí... Ojalá los próximos años se repita, aunque alguno que otro (y no miro a nadie, jejeje) falte por razones obvias... Pero bueno, siempre podemos llevar alguien un portátil y hacer una videoconferencia, como te decía, y así que puedas estar, de alguna manera, presente... En fin, lo importante es que, a pesar de todo, seguimos teniendo algún hilillo que nos une. Y eso es lo mejor.

Por cierto, yo sigo pensando en cambiar mi vida y darle un vuelco, así que oye, si eso, me voy a Australia y así ya tienes algún familiar cerca, jejeje.. Eso sí, yo apuesto por Melbourne, pero total, sólo son 400km de nada, más o menos, ¿no? jeje.

Por cierto, hablas de la historia... ¿Sabes que en españa hay 40 monumentos, lugares, etc, declarados Patrimonio de la Humanidad? España es la segunda de Europa, siguiendo muy de cerca a la inigualable Italia, que tiene en su haber 47. Igual te parece poco, pero teniendo en cuenta que en toda Europa y America del norte hay un total de 416 (Europa y América del Norte se contabilizan juntas), de los cuales 358 son estrictamente culturales, la cifra no está nada mal, jejeje... En Asia-Pacífico hay un total de 182, de los cuales 126 son estrictamente culturales... Y ahí tienes que contar algunos países muy potentes, como China o Japón...

Bueno, pues eso, que la carta está en proceso, a ver si me siento y la escribo con calma, que últimamente ni respiro casi, y que yo también me alegré mucho de poder verte otra vez...

Mil besos

Anónimo dijo...

Diego:
Tu visita recargó mi alma si no de afecto ya que siempre está llena a rebosar para tí, si de recuerdos. Recuerdos quizás no tanto mentales como emocionales. Me encantó volver a sentirte, olerte, verte sonreir y sentir esa mirada tuya tan especial clavada en mí cuando te hablaba.
Todavía no te habías ido y ya te hechaba de menos.
Pero no quiero entristecerte, nada más lejos de mi ánimo. Sólo quiero decirte que te quiero y que aun en las antípodas te siento a mi lado.
Por cierto, ya tengo sobre y sello. Me falta sentarme y escribirte. Prometo hacerlo esta semana.
Un abrazo, Marilyn

Esther Hhhh dijo...

Marilyn, Marilyn, teno seeeeeelooooosss joooooo yo también tero cartaaaaaa jooooooooo

Besitos

Unknown dijo...

Hola Marilyn, Esther, sí, qué bien que nos viéramos. Y qué bien que nos juntáramos todos en la playa. Oye, que no hace falta que esté yo para que sigáis juntándoos de vez en cuando, y como dice Esther yo puedo estar en teleconferencia, que skype es gratis. Os enviaré mi cuenta de skype, decidme las vuestras y a ver si coincidimos.

Esther Hhhh dijo...

Buenasssssss Dieguitooooo, vengo a decirte que te acabo de dar otro premiooooo, jejejeje...

Besitos

Marilyn dijo...

Intento escribirte desde mi blog, a ver si me deja. Parece que tengo algún problemilla con la contraseña

Marilyn dijo...

¡Lo conseguí!

Marilyn dijo...

Dieguín, Dieguín. ¿No tienes un poco abandonado tu bloog?. Te lo digo yo que no he escrito en tres años!!!. Me faltan tus fotos comentadas para saber que estás haciendo. Te quiero

Unknown dijo...

Sí que está abandonado, sí. Tengo una historia que contar, pero me falta tiempo...