Me acuerdo de la primera vez que jugué al ajedrez por correspondencia. Fue hace unos diez años; entonces ya vivía fuera de España, y acordamos Sergio y yo el mandarnos postales, y en cada postal escribir una jugada de ajedrez. Era una manera como otra de asegurar que nos mantendríamos en contacto, y de parte jugábamos una partida de ajedrez.
Pero el asunto no era tan sencillo como parecía. Primero, como pasaban tantos días entre jugadas, cuando la postal llegaba no me acordaba de la estrategia, y me pasaba más tiempo retomando el hilo de la partida, que pensando en las jugadas. Pero lo peor fue cuando una de los movimientos de Sergio me comía una pieza, eso dijo en la postal, ¡pero según mi tablero la casilla estaba vacía! Nuestros tableros estaban desincronizados. Total, que no pudimos acabar la partida. Empezamos otra, pero al final lo dejamos. También intenté jugar con Salva por correspondencia, pero nada. Pasaba tanto tiempo entre jugadas que al final lo dejábamos.
Pero no desistí. Encontré un lugar en internet donde organizaban torneos de ajedrez, y me apunté. Pero mi nivel estaba tan lejos de ser algo aceptable, que la verdad es que no hacía ilusión perder tan de seguido, y lo peor es que a menudo no tenía ni idea de por dónde andaban los tiros. Total, que lo dejé.
Hace unos días me entró el gusanillo otra vez. Tras una búsqueda rápida, he encontrado chess.com. Es una maravilla de portal de ajedrez. Tienen torneos, juegos por correspondencia, y hasta biblioteca de aperturas, puzzles y módulos de entrenamiento. Total que me he creado una cuenta... pero con quién juego? Prefiero jugar con alguien conocido. Con lo que si te animas, echamos una partida... ¡y hasta tiene un módulo en Facebook!
No creo que haya mejorado mi ajedrez, a no sea que sea algo que madura cuando no se gasta, como el vino. Pero bueno, lo importante es jugar y entretenerse.
Te espero en chess.com! Mi nombre es diego_ma.
sábado, julio 18, 2009
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