Acabo de descubrir el peligro más grande del mar. No son las medusas, no son los tiburones, no es la hipotermia por nadar en aguas frías. No. Lo realmente peligroso es el hechizo del mar. Una vez te coge, no te suelta.
Hoy he hecho mi tercera carrera marina. Esta vez en Manly, la otra playa icónica de Sidney. Esta vez el agua estaba calentita, no habían olas, he podido nadar sin interrupciones, y una parte de la carrera era sobre una reserva marina, donde he podido vislumbrar cantidad de peces y algún que otro buzo. En otras palabras, esta vez ha sido un placer. Y lo mejor, no he sido el último de mi grupo. Bueno, he sido el penúltimo de un grupo de más de doscientas personas, pero por lo menos nado más rápido que alguien.
El mar me ha hechizado, hay una carrera cada fin de semana, y no puedo esperar al que viene. La semana se me ha convertido en un día de nadar y seis días de esperar.
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1 comentario:
Houston, we have a problem... Jejeje,o no. Me alegro que así sea, Diego y ojala sigas disfrutando del mar... Por esta parte del mundo hace frío y llueve. Yo creo que me voy a Australia...
Besosssssss
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