viernes, junio 29, 2007

Las bebidas de Praga


Anoche, cansado ya de tanta conferencia, mi compañero David y yo fuimos al centro a cenar algo. David estuvo en Praga hace unos años y conocía algunas de las bebidas características de aquí. Y allá que vamos, yo a probar y él a recordar.

Fuimos a Mala Strana, la zona más allá del puente, donde hay gran cantidad de restaurantes y bares. Al final llegamos al destino, un bar/restaurante que nos recomendaron porque hacen su propia cerveza. El lugar tenia algunos turistas (qué facil que es detectar a un turista!) pero la clientela consistía de checos en su mayoría. En el bar, un perro amistoso reposaba cerca de su dueño, uno que parecía ser cliente fijo del lugar.

David pidió cerveza, y nos dieron de la comercial, cosa que nos sorprendió. Luego vimos en la lista de bebidas que no había ninguna cerveza especial, cosa que nos sorprendió más. Pero bueno, la cerveza estaba buena. Aprendí que aparte de la rubia, los checos tienen buena cerveza negra, más suave que la Guiness pero con su regustillo dulce al final del trago.

La cena, barata y me parece que al gusto checo (saladísima!) pasó sin nada especial, hasta el tiempo de los postres. Fue cuando probé algunos de los licores. Yo tomé becherovka, un licor de hierba, David tomó slivoviche, un licor de ciruela, a cuál más fuerte. No llegamos a pedir absenta, que se supone que tiene 70 grados de alcohol, tal vez en otra ocasión.

Al terminar la cena pedimos la cuenta, con mezcla de inglés y aspavientos para asegurarnos que nos entendían. Parece ser que los gestos que hicimos indicaban otra cosa en checo, pues la camarera llegó toda contenta con dos nuevas jarras de cerveza. "No, no, la cuenta!" La camarera, tan contenta como siempre, simplemente se fue a las mesas de al lado y les dio las cervezas a otros comensales. Que aquí no se pierde nada.

No nos fijamos si en la cuenta venía la cerveza que se tomaron los otros, pero no importa. Aquí la cerveza es tan barata que no cuestan más que lo que se suele dar de propina en otros países.

De vuelta en el hotel descubrimos que el restaurante que fuimos no era el que nos recomendaron por la cerveza. Nada, igual probamos otro día en el lugar correcto.

1 comentario:

Esther Hhhh dijo...

ummmmmm tiene que estar buena esa cerveza. Los licores, demasiado fuertes, claro es un país donde en invierno hace frio.
A ver si hay suerte y no os equivocais a la próxima, jejejeje... Y así nos cuentas algo sobre esa cervecita casera, mmmmmm....

Besitos