sábado, junio 16, 2007

Lluvia torrencial

La semana pasada llegó el invierno, con adelanto y con venganza. El fin de semana pasado fue de lo más lluvioso, algo nunca visto por mí en Australia. Más que lluvia era como si de repente nos hubiéramos trasladado al pie de una catarata gigantesca.

El sábado fuimos a visitar a un amigo, que vive en Glebe, cerca del centro de la ciudad. Para llegar tuvimos que atravesar el puente que atraviesa el puerto de Sidney. Es un puente de hierro macizo, reliquia de la era industrial, gigante, que los Sidneitas llaman cariñosamente "la percha" por su forma tan característica. Pues bien, en tiempo normal el paisaje desde esta percha gigantesca es precioso. A la izquierda se ve el palacio de la ópera, abajo se ve el agua con barcos de todos los tipos, al frente se ven los rascacielos del centro de la ciudad, y arriba se ve la estructura fabulosa de hierros, con los acostumbrados grupos de turistas que se atreven a pagar una pequeña fortuna para escalar el puente y disfrutar de un paisaje incluso más espectacular que el que se ve desde el coche. Pues bien, esta vez estábamos el puente y nosotros, nada más. Ni palacio de la ópera, ni rascacielos, ni turistas escalando el puente, pero eso sí, agua por todas partes. Era como si el puente estuviera flotando a la deriva en una tempestad.

Al llegar a la casa de mi amigo nos saludó sonriente, alegrándose de que el tiempo era tan bueno. Y es que la tromba de agua que estaba cayendo entre nuestra casa y el puente de Sidney había decidido tomar un respiro y dejar el barrio de mi amigo tranquilo. Nada, suerte que tiene uno.

Volvimos de la barbacoa a casa, a la tormenta que empezaba a relajarse, y a enterarnos de las noticias de cortes de luz, inundaciones, carreteras destrozadas y accidentes fatales no muy lejos de nuestro hogar.

Pero a nosotros lo único que nos afectó personalmente fue el sueño, pero de manera positiva, y es que se duerme tan bien cuando llueve...

2 comentarios:

Esther Hhhh dijo...

Bueno, lo importante es que lo pasarais bien y que llegarais enteritos a la ida, y a la vuelta... Y que razón tienes, que bien se duerme cuando llueve...

Besitosssssss

Unknown dijo...

Hola Esther,

Pues aún sigue lloviendo, ay que ver qué fin de semana que nos espera. Bueno, por lo menos no tenemos que regar las plantas.

Besos,
Diego