sábado, enero 19, 2008

Cartografía

Siempre me han entusiasmado los mapas. Desde pequeño, siempre que veía un mapa me quedaba absorto, mirando los ríos, montañas, ciudades, campos, e intentando imaginarme cómo sería el lugar en realidad. Me acuerdo cuando, de pequeño, siempre que viajábamos (y viajábamos mucho, viajes largos entre Castilla y Valencia), siempre tenía el mapa de España conmigo y me pasaba todo el viaje  en el coche comparando el mapa con la realidad. Los hermanos y hermanas, aburridos, al final se dormían, pero yo no podía. Tenía que ver el paisaje, y  compararlo on el mapa.

De adolescente leí el libro "El señor de los anillos". Lo que más me gustó fue el mapa que estaba al principio, un mapa al estilo antiguo, con nombres exóticos, y bastante fiel a la narrativa del libro. Cada topónimo que leía en la narración lo intentaba buscar en el mapa. Y entre el mapa y la narración tan cautivadora de Tolkien me imaginaba los parajes maravillosos por los que atravesaban los muchos protagonistas de la historia.

De boy-scout aprendí a leer mapas del ejército, y otra vez, cuando caminaba por los campos de España, en ruta de un lugar a otro durante el campamento de verano, siempre estaba atento al mapa, viendo cómo se correspondían las montañas cercanas con las líneas de nivel del mapa.

Con el tiempo mi pasión por los mapas se ha mantenido, es como algo hipnótico. No tienes más que darme un mapa y me quedo mirándolo, absorto, viendo todos los detalles e intentanto imaginarme cómo es la realidad representada en ellos.

Hace un par de meses descubrí algo sorprendente. Descubrí OpenStreetMap. Es un proyecto mundial con el propósito de crear un mapa libre para cualquier uso. El motivo de OpenStreetMap es evitar el problema de los mapas actuales que, aunque algunos de ellos son gratis (como Google Maps), aun así los creadores se reservan los derechos de copia ("copyright", como se diga en español), y pueden negar el uso del mapa para ciertas aplicaciones. Y estos mapas no se pueden corregir. Si hay un error en el mapa, no puedes hacer nada aparte de notificar a Google y esperar a que lo corrijan.

Con OpenStreetMap no hay problemas de copyright. Se está creando a partir de cero, sin usar otros mapas como referencia, para no entrar en litigios de copyright. Y ahí está lo bueno. Necesitan gente en todas partes del mundo que añadan datos al mapa, hasta que al final todo el mundo esté cartografiado.

Para añadir los detalles tienes que ir al lugar que quieres cartografiar, tomar nota de nombres de calles etc, y usar un receptor GPS para trazar el recorrido de las calles. Y esto se está convirtiendo en mi obsesión, junto con geocaching. Todos los fines de semana, si no tengo nada urgente que hacer, miro en el mapa a ver qué zonas están incompletas, y me acerco a la zona en cuestión, recorriendo las calles con mi receptor GPS hasta completar un barrio. Luego, por la noche, pongo todos los detalles en el mapa. Poco a poco, el mundo que estoy recorriendo va apareciendo en el mapa.

Si quieres ver el mapa, echa un vistazo a Asahikawa, la ciudad natal de Mineko, que visité durante estas Navidades y Año Nuevo. Hokkaido, la isla del norte y donde está ubicada Asahikawa, estaba completamente en blanco antes de mi último viaje. Ahora puedes ver el aeropuerto de Sapporo, y la línea de tren que conecta el aeropuerto con Sapporo y luego con Asahikawa. Y en Asahikawa puedes ver calles, ríos, semáforos, parques, todos los lugares que he visitado en este viaje. Y los alrededores de la casa de los familiares, claro, tienen más detalle que el resto.

Esther una vez me llamó el Fragel explorador. Bueno, ahora soy un explorador de verdad, recorriendo lugares nunca cartografiados (en OpenStreetMap) y creando mapas. Todo un entretenimiento, y una satisfacción el ver cómo, poco a poco, tu mundo va apareciendo en el mapa.

Aun queda mucho que añadir al mapa. Con lo que tengo que seguir viajando...

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4 comentarios:

Esther Hhhh dijo...

Jejeje, si que es cierto, más que nunca eres como Matt el Viajero. Ahora mismo iré a ver tus huellas plasmadas en un mapa... Está chulo eso, hay que ver, desdeluego tú si que le sacas partido al GPS, mira que yo paso de esos trastitos, pero por tu culpa acabaré comprándome uno para hacer geocaching y mapas jajajajajaa

Besitossssss

PD: Por cierto ¿te he contado que por fin probé la sopa miso? Pues sí, el otro día fui con mi amigo Teto a uno de nuestros dos restaurantes asiáticos en valencia (nuestros porque nos gustan) se llama Yi ¿sabes que significa? yo no por eso te pregunto. La cosa es que había sopa de miso y me gustó mucho. Supongo que el miso o tofu (claro el tofu si lo he probado, claro) eran esos daditos blancos que llevaba... o no, no lo sé, llevaba unas "verduras" (como hojas o algo así) y las cosas esas blancas. Estaba de vicio, me encantó. Llevo días queríendotelo contar, jejejeje. Por cierto que no era de pescado y según la carta era de miso blanco. De miso rojo no había. Lo que llamabas sopa clara en tu descripción, en la carta tenía un nombre y estaba separada. Bueno creo que era a la que tú te referías, jejeje. En fin que la sopa miso me encantó

Unknown dijo...

Hola Esther,

Me alegra que te guste la sopa miso, es uno de los platos japoneses más humildes, más tradicionales, que sirven prácticamente en todas las comidas. Desde la primera vez me gustó su sabor común, nada exótico, de toda la vida, algo que suena que has probado antes.

El miso no es tofu, es un compuesto de vegetales (arroz, soja, depende de la variedad) que fermentan y convierten en una masa pastosa y disuelven en la sopa con los otros ingredientes... bueno eso es lo que dice Wikipedia. Es lo que le da el color a la sopa.

Esther Hhhh dijo...

¿Y que son los cuadrados blancos? Lo cierto es que estaba muy buena, y es verdad, sabía como a una sopa casera, no sé como decir... Quizá es el sabor menos diferente que he probado, dentro de la comida oriental...

Besos

Unknown dijo...

Sí, Esther, los cuadraditos blancos son tofu, que eso es diferente del miso...

¡y que aproveche!