El día por fin ha llegado. Hoy empezamos el viaje a Cairns, la capital de la Gran Barrera de Coral. Según los libros, si me acuerdo bien, el coral es el esqueleto de una colonia de seres vivos marinos, que se ayudan unos a otros, formando un ecosistema especial. Son animales conectados por su esqueleto, formando una barrera que alcanza una longitud de miles de kilómetros. Es la colonia más larga del planeta. Pero el tamaño no es lo que importa, sino la belleza del arrecife, con su gran cantidad de peces y otros seres marinos. Un mundo colorido, tan distinto de lo que estamos acostumbrados a ver sobre tierra.
Ir a la Gran Barrera de Coral es uno de mis sueños, y está a punto de cumplirse, espero. Hace unos meses tomé clases de buceo con el propósito de visitar esta zona como toca, bajo el agua. Y hoy empieza el viaje.
El vuelo sale por la tarde. Yo me paso la mañana preparando las maletas, y Mineko acaba su trabajo de traducción. Vamos más bien relajados, y el tiempo se nos echa encima. ¡Tenemos que salir o perdemos el avión! Al final salimos de casa, más bien tarde.
Para ir al aeropuerto solemos tomar un taxi, pero esta vez decidimos ir en coche y dejarlo en el aparcamiento del aeropuerto, que es más barato para viajes de pocos días como éste. Pero no contamos con que el aparcamiento de marras está más bien lejos del aeropuerto mismo, y el autobús que conecta el aparcamiento con el aeropuerto está lleno de gente, parándose cada cien metros para tomar y dejar viajeros. Total que el viaje del autobús duró más de media hora, y como ya llegábamos tarde, a la hora de sacarnos los billetes descubrimos que es tarde y ya han cerrado el vuelo. ¡Bien que empezamos!
La suerte no nos abandona por completo, pues resulta que este vuelo lo habíamos reservado usando los puntos acumulados con otros viajes. Y resulta que el billete es mucho más flexible que los billetes baratos que solemos comprar. Podemos cambiar el vuelo sin tener que pagar ninguna penalización. El dependiente nos encuentra otro vuelo seis horas más tarde, es lo único que pueden encontrar. Total, que pensábamos pasar la tarde relajados por las calles de Cairns, y acabamos pasándola en el aeropuerto de Sidney, matando el rato como podemos (Mineko visitando tiendas, yo enganchado al ordenador y conectado al internet).
Por fin llegan las 7 de la tarde y el avión está listo para partir. ¡Cairns nos espera!
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2 comentarios:
Bueeeeeeeno, vaya tela, casi por poco te quedas sin viaje a la Gran Barrera de Coral, aish... Si es queeeeeeee... Menos mal que tuvistéis suerte y pudistéis cambiar el vuelo.
Ala, ahora a esperar la continuación, aish
Hola Esther, ten paciencia que con lo ocupado que estoy las "entregas" de este viaje serán más bien lentas.
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