domingo, julio 06, 2008
A la caza de los tiburones
Hoy he hecho mi tercer buceo desde que tengo el carnet de buzo. El lugar, el mismo, Shelly Beach, en Manly, justo al norte de Sidney. El motivo, probar la caja estanca que me acabo de comprar en eBay, con la que puedo hacer fotos con la cámara digital de bolsillo. Esta vez no voy con Ferdinand, que me parece que no va a volver a las aguas de Sidney hasta que llegue el verano. Voy con la escuela-tienda de buceo principal de Manly, Manly Dive Centre. Es la tienda que me recomendó Ferdinand, y ciertamente, resulta que esta mañana, mientras esperaba a que me dieran el equipo de alquiler, me encuentro con Ferdinand, que pasaba por la tienda, recién llegado de un viaje a las Filipinas. Y me cuenta que no, no va a bucear por estas aguas frías...
Y frío sí que hace, sí. El termómetro del coche marcaba 5 grados a las 8 y cuarto de la mañana, mientras conducía hacia Manly. Pero el día es soleado, y el agua se supone que sigue con sus 18 graditos, es decir, está más calentita que el aire.
Nuestro grupo está formado por 7 personas más el instructor. ¡Y yo que estaba acostumbrado a grupos de dos o tres más instructor! La mayoría son turistas de Europa. ¿Qué hacen dejando el verano europeo y viniendo al invierno australiano? Bueno, son ingleses, me parece que su verano es más frío que nuestro invierno...
Tras esperar y esperar, al final estamos con el equipo puesto y listos para entrar en el agua. Son ya más de las 11, y el sol calienta un poquito. Y al agua que vamos. La escena que se me presenta es como de caricatura. Varios de los compañeros de buzo parece ser que en su vida han buceado. ¿Y dónde habrán aprendido a bucear? A uno de ellos la botella de aire se le escapa del chaleco, y el instructor tiene que ponérsela otra vez, ya dentro del agua. Dos o tres, más que bucear, parecen dedicarse a barrer la arena y turbar toda el agua para que nadie pueda ver nada. Se supone que yo tengo que bucear detrás de esta gente, pero decido que si me quedo en esta posición veré de todo menos peces. Y parece que mi compañero, Luke, piensa lo mismo, y adelantamos a los inexpertos (¡yo que apenas he hecho dos buceos me considero un experto comparado con éstos!). Y así empiezo a dislumbrar peces por todas partes, tal vez curiosos de ver tanta arena flotando entre las aguas.
El agua, más bien fría. pero llena de vida. Pronto descubrimos algo especial, ¡tiburones! Hay un tiburón posado en la arena, y yo que pensaba que suelen estar por la superficie... Pero este tiburón es distinto. Tendrá apenas un metro, y es inofensivo. Es un Port Jackson. El instructor nos había hablado de estos tiburones. Son tan mansos que puedes acercarte y tocarlos... lástima que esto es una reserva marina y, aunque los tiburones nos dejen, lo tenemos prohibido. Excepto el instructor, que me parece que dijo que está haciendo un recuento de tiburones, marcándolos para estudiar su comportamiento. Y así vemos al instructor (que no me acuerdo de su nombre) intentando coger al tiburón, pero éste no se deja, y al final se va.
Seguimos buceando, esta vez buscando los dragones del arrecife exterior, pero como la otra vez, nada, no hay suerte. Tendré que probar otro día. De vuelta vemos el esqueleto de otro tiburón, y peces comiéndoselo. El cazador, cazado.
Siento el agua cada vez más fría, y cuando no puedo aguantar más del frío llegamos al final del buceo. ¡Menos mal! Pero ya fuera llega mi segunda sorpresa... ¡no es un buceo sino dos! Ya es hora de comer, pensaba comer en Manly pero no puedo, tengo que quedarme allí, en la playa, rodeado de turistas con su barbacoa asando salchichas... y parece que nadie las vende... claro que podría haberme marchado pero eso quiere decir tener que volver a la tienda a pie, y además tal vez perderme algo especial que pueda pasar bajo el agua.
Con lo que aguanto el hambre y el frío, y espero mojado a la siguiente immersión, ya dadas las dos de la tarde.
Y qué bien el que haya esperado. El agua se siente más fría que antes, pero hay más peces. Esta vez no se ven tiburones pero hay peces por todas partes, y me encuentro con varios conocidos, como la sepia gigante (aunque esta era pequeñita, de unos 30 cm), el groper azul de casi un metro, y los mados pequeñitos y estriados de amarillo y negro. La cámara de fotos ya no tiene pilas de tantas fotos que hice en el primer buceo, y como no se pueden cambiar las pilas bajo el agua, simplemente paseo bajo el agua, disfrutando de la vida marina, ignorando las peripecias de los otros compañeros de buceo.
Al final del recorrido salgo del agua tiritando de frío, y más que caminar corro a la ducha, que aunque no haya agua caliente el agua parece ser menos fría que la marina... ¿y dicen que eran 18 grados? Serán Farenheit. Ahora comprendo a Ferdinand. De esta decido que, o bien me compro uno de esos trajes especiales para invierno, como el del instructor, donde no entra el agua y puedes ponerte ropa porque no se moja, o viajo a otros lugares más calientes durante el invierno.
Y por lo pronto voy a hacer lo segundo. Ya tengo los billetes de avión para Cairns y he hecho reserva en un barco que nos va a llevar a uno de mis sueños... ver la Gran Barrera de Coral. Estoy contando los días, que apenas quedan dos semanas para este viaje.
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4 comentarios:
Ah, osea que al final era una caja estanca, jejeje. Bueno, pero parece que ha ido bastante bien... Aish, lástima de los turistas, pero bueno, pudiste bucear. ¿por qué en tus fotos dices que es tu 7ª inmersión? Bueno, ya me cuentas eso, jejejeje...
¿Te vas en dos semanas a Cairns y a ver la Gran Barrera de Coral? Uff... Quiero detalles de ese viaje, ¿me oyes? Una descripción detallada y pormenorizada de ese viaje ¡¡Y con fotos!! Ya puedes llevarte el portátil e ir contándonos cositas, jejejeje...
Besitosssssss
Hola Esther, Muy barata que me ha resultado la caja esa, y parece que funciona. Lo de la séptima inversión es contando las cuatro del curso de buceo, que también valen.
Y ya contaré las aventuras en Cairns, pero advierto que cuanto más cosas pasan menos se cuentan por falta de tiempo... pero fotos sí que haré, a ver si me encuentro con Nemo de vuelta en su casa.
Hola Diego, sólo paso por aquí para decirte que Pris ha regresado ;-)
Besitos
PD: Aish, que ganas tengo de que cuentes cosa de Cairns
Hola Esther, que bien, me pasare por tu blog en cuanto pueda. Ahora estoy de viaje... que no ha empezado bien precisamente. Hemos perdido el vuelo a Cairns y estamos en el aeropuerto esperando al siguiente... pero ya hablare de esto en cuanto tenga tiempo para escribir en el blog.
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