jueves, julio 13, 2006
Por los alrededores de Soria
Esta tarde toca excursión. El curso que damos es parte de una serie de cursos de varias temáticas. Otro curso en paralelo era de un tema relacionado con el arte, y nos hemos juntado con el grupo del arte para visitar algunos lugares en las cercanías de Soria.
El primer lugar ha sido la ermita mozárabe de San Baudelio, del siglo XI. La ermita tiene unas formas curiosísimas, con un pilar central que parece una palmera, y restos de frescos. La mayoría de los frescos originales están ahora en museos repartidos por todo el mundo, pero aún queda la marca de dónde estaban. Mientras estábamos en la ermita una tormenta de lluvia y granizo arreció en el lugar, y después de la tormenta todos los aromas del campo salieron. Había olores de manzanilla mezclados con tomillo.
La segunda parada ha sido en Berlanga de Duero, donde hay una iglesia gótica tardía. La iglesia en sí es interesante de ver por su mezcla de arquitecturas de varias épocas, y los restos de un caimán que fue traido de América en el S.XVI por Fray Tomás de Berlanga. Pero lo mejor de esta iglesia (la Colegiata) fue la guía que tuvimos. Dado que estaba cerrada por restauración, una monja local vino con la llave y nos explicó la iglesia. La mujer era bastante mayor, y era como una enciclopedia local andante. Empezaba a hablar, y no paraba. Daba los detalles con la rapidez y la precisión de un guía profesional, o mejor, como una grabación. Añade a esto el que era un poco sorda y no hacía caso a las preguntas (a no ser que preguntaras con voz fuerte), y el efecto era total. Su cadencia rítmica hacía indicar que ha estado haciendo lo mismo durante décadas, y su conocimiento era tan personal y preciso que parecía que hablaba de cosas que habían ocurrido ayer mismo. La guía, y no tanto la colegiata, fue lo más interesante de todo el viaje.
La zona es tierra del Cid, y acabamos la excursión en Andalucía, un pueblo que, según uno de los lugareños, tiene solamente cinco habitantes en invierno. Casi todas las casas eran de adobe, y muchas se habían rehabilitado como casas de verano. La iglesia románica era también una joya. Y es que España en general, y Castilla-León en particular, está llena de joyas de patrimonio de la humanidad. Espero que estas joyas sigan aguantando siglos y peligros de especulación o abandono para disfrute de futuras generaciones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
¿Quién eres tú muchacho que de pronto me has hecho sentir deseos de escuchar a una vieja monja sorda perdida en un pueblecito de Soria...?
:-)
Interesante...
Vaya, Enttropia también te visitó, jejeje, me alegro.
Bueno, mi querido Fraggel, veo que sigues explorando. Bonita excursión, me apetece ver ese caimán disecado del XVI.
¿Y esa monja? Increible, sin duda, la señora monja, pero me quedé con la duda... ¿Los patrimonios de la humanidad a los que te reieres son estas maravillas de la arquitectura, o incluyes también a la monjita en cuestión?
En fin, que me das envidia casi tanta como cuando lo de New York, la diferencia es que, en este caso, como me toques mucho la moral, te hago una visita este fin de semana, y me planto en Soria, jajajajajaja...
Besos
¡Gracias por el piropo, Enttropia! Hace años que no me llaman muchacho.
Y Esther, mejor no vayas a ver el caimán por la noche, que cuenta las leyendas del pueblo que el "lagarto", que así es como lo llamaban, aparece por las noches a llevarse a los pecadores. No quiero decir que tú seas una pecadora, pero igual el caimán no lo sabe...
Bueno bueno, un poco pescadora a veces soy, jajajaja, y pantalones de esos que dicen "De bajo pescador" ahora con el veranito, llevo a veces. Así que seguiré tu consejo, aunque mirándolo desde otro punto de vista... ¿recuerda que nos viene de familia eso de amar el riesgo?
jejejjee. Besosssss
Publicar un comentario