jueves, diciembre 28, 2006

El último día en Tasmania



Llega la noche y entre un agujero de las nubes se pueden ver las estrellas. Pero no contaba con la luna y su luz, que nos aguó la fiesta y no nos dejó ver mucho. Bueno, otra ocasión será. Las estrellas no cambiarán mucho en los próximos años, las podremos ver en otra ocasión.

La noche transcurrió fría, y eso se nota cuando uno acampa, vamos que no pudimos dormir mucho. Pero el día llegó, cálido, y esperanzador. Aparte del frío de la noche el camping era una delicia. Y resulta divertido ver a los acampados. Había una tienda de campaña que incluso tenía chimenea... la nuestra era la tienda más pequeña de todo el camping. Y lo contentos que estábamos con ella.

Al día siguiente fuimos a una huerta de fresas cerca del camping, donde disfrutamos de unas deliciosas fresas, cogidas la misma mañana. Alentados con este comienzo del día tan bueno, fuimos a nuestro siguiente destino, la montaña Mt Barrow. No teníamos bien claro qué se nos presentaría en tal montaña, pero allá que fuimos. La carretera subió y subió, hasta llegar a zonas muy empinadas y con curvas. La carretera estaba sin asfaltar y era bastante estrecha, y un lado daba al vacío. Casi me dió vértigo mientras subía, aun desde dentro del coche. Pero el esfuerzo valió la pena, y desde lo alto de la montaña, una montaña solitaria de más de 1400 metros de altura, se veía una perspectiva realmente impresionante. El día estaba nublado pero con buena visibilidad, y se veía el mar en la distancia.

De camino al siguiente destino vimos una señal que indicaba una ruta turística por el monte Barrow. La mujer de la huerta de fresas nos comentó de algo así, que es algo que acaban de inaugurar, y pensamos que valdría la pena ver. Pero qué pérdida de tiempo. Tal vez, cuando esté completa valga la pena ver, pero por ahora la tal ruta pasa por zonas de monte talado varias veces. Esto en sí puede ser interesante, pues este es uno de los primeros montes talados de Tasmania, y se pueden ver restos de cortes hechos a hacha, y otros hechos a sierra mecánica. En cierto modo, dentro de la corta historia de Australia, éste es un lugar histórico y un símbolo de la industria de Tasmania. Hay zonas designadas para pasear, pero parece ser que las rutas no están hechas aún, y todo el recorrido lo hemos hecho en coche. Esto parecía un safari más que nada, y lo que vimos no nos pareció realmente interesante. Nos gusta pasear, tocar, oler, hacer fotos de los lugares que pasamos.

El siguiente destino representaba un desvío de nuestra ruta hacia Devonport, pero pensamos que era la pena ir a verlo. Y realmente fue así. Son las cataratas de Liffey. Como las que vimos ayer, estas cataratas están entre bosques templados húmedos, y era un gusto ver los árboles viejos, grandes, robustos, rodeados de árboles-helecho. A cada paso uno se podría imaginar ver a Frodo, el hobbit del Señor de los Anillos, salir por detrás de un árbol. Y esta vez las cascadas son algo que también vale la pena ver.

Y ya, por fin, nos toca ir a Devonport, el puerto desde donde saldrá el barco de mañana por la mañana. Descubrimos que el pueblo, que no es muy grande, tenía casi todos los alojamientos llenos por los turistas y los que toman el barco, pero pudimos encontrar una cabina en un parque turístico a un precio de 100 dólares. Carísimo, pero por lo menos está al lado mismo del muelle y como el barco sale a las 9 de la mañana, mejor quedarse aquí.

Paro de escribir, que aun tenemos mucho que hacer para preparar el viaje de mañana, y nos tenemos que levantar temprano.

3 comentarios:

Esther Hhhh dijo...

Que bonitas cascadas. Y que curiosos esos helechos, nunca pensé que hubiera helechos tan enormes.
¿qué es eso de "cabina"?¿No disteis una vuelta por Dovenport? lo mismo me estoy adalantando así que voy a seguir con el capítulo siguiente. Pero que bonita es Tasmania, supongo que os daría pena dejarla ya...
Besitos

Unknown dijo...

Hola Esther, la "cabina" es mi traducción literal de "cabin", es como una casita pequeña hecha con material ligero, algo así como una caravana pero sin ruedas. Es lo que suele haber en campings. Lo que llaman aquí parque de vacaciones es como un camping pero donde la gente suele estar en caravanas o cabinas, en vez de acampar.

Al final no visitamos Devonport, otra vez será...

Esther Hhhh dijo...

Ah vale, aqui los llaman Bungalows generalmente. Mucho nombre y poca casa, jejjee...